10/12/08

Tres días increíbles en Madrid (1)

Parte I: Llegada y cena.

Llegó el viernes a eso de las 4 o así. No podía evitar estar nervioso (me tomé una coca-cola de esas de medio litrazo y creo que hasta me sentó mal). Salí del bar donde estábamos tomando el café para ir a buscarla y el encuentro fue magnífico.
A mi aún me quedaba una hora de trabajo por lo que, tras conocer a todo el mundo (y dejarles encantados) se sentó a mi lado a esperar (aunque me ayudaó mucho) a que terminara las piezas que estaba escribiendo. Le enseñé mi lugar de trabajo y nos fuimos a tomar algo con la gente de aquí.
El irlandés donde fuimos no estaba mal, aunque no nos sirvieron aperitivos. ¡Diantres, la hoja de reclamaciones!
Era raro juntar dos mundos, dos ambientes... Era como si los fines de semana y las semanas se hubieran unido, pero pronto me acostumbré a tenerla aquí conmigo y hacerla partícipe de nuestras tonterías, risas y demás.
Tras dejar las maletas y tener que barrer el suelo porque a alguien (...¿yo?...) se le había caído un bote de cristal dejando el suelo hecho un asquito, nos dirijimos a cenar.
Hicimos migas con el taxista, que resultó que había vivido diez años en Cataluña y nos sorprendió que hablara catalán.:-) Que buen hombre, todavía está esperando que le llame una chica para ir a Alcorcón.
Tenía que prepararle algo especial y decidí ir a un restaurante que parecía tener el toque necesario sin ser demasiado lujoso o pijín.
Y no es que ella no se lo merezca, es que sinceramente, creo que nos gustan más los sitios así.
La Creazione nos ofreció un menú delicioso.
¡Por cierto, el camarero era valenciano! ¡Que curioso! Creo que durante todo el fin de semana contamos a siete u ocho catalano/valencianohablantes.
La charla de la cena también fue muy interesante. Charlamos del momento, de nosotros, de lo de antes, de lo de después... Una cena riquísima con la mejor cmpañía. ¿Que puede uno pedir más?
Tras eso vinieron unas copas (una) en un bareto de al lado, con un compañero del trabajo que no había estado por la tarde. Ahí el ambiente fue inmejorable, hablando de música, de curiosidades, etc.
Llegar a la habitación y no encontrarme solo como de costumbre fue muy bonito. Dormir y soñar junto a ti lo fue aún más.

Parte II: Parque Warner bajo la lluvia.

¡Arriba! ¡hay que ir al parque Warner! y así lo hicimos. Menudo día. lloviznando, cojimos el metro (4 estaciones, 1 transbordo y 5 estaciones más) para luego coger un cercanías que nos llevaría a otro que nos llevaría al parque. nada, casi una hora y media de viaje junto a un montón de niños, padres, madres, abuelas... "¡Alejandro, te vas a caer!"
Por fin llegamos al parque y tras la cola (yo aunandome al refunfuño de las personas que hacían cola), entramos al parque.
Sinceramente, me pareció en un primer momento más grande que Port Aventura incluso, e incluso mejor ambientado. Pero luego caí en la cuenta que eso era debido a la novedad, porque ni era tan grande como parecía, aunque la ammbientación estaba muy bien. Villancicos, música de pelis (omo no)...
Caminamos, montamos en atracciones (¡no montéis nunca en el Hotel enbrujado! ¡Casi no lo resisto! ...¿ironía?...), comimos (3,60€ por un miniperrito es abusivo. ¿Donde está el resto?), nos reímos, nos hicimos fotos... Vamos, día completo. Por cierto, ¿habrá bajado la niña pija de la balla para no mojarse los pies en el suelo? O sea.
Ah, por cierto "io vull a piolín"
De vuelta nos hicimos una foto en un fotomatón. ¡Bueno, en dos, porque el primero se nos tragó casi 3€! ... pero al final lo conseguimos.

[Actualización: Aquí iba un "que cabrones" para los del fotomatón, pero me acaban de llamar diciendome que me devolvían el dinero por un giro!Les he dicho que no, que lo arreglen para que no le pase a otra persona y ya está. ¡Que majos oye!]

Seguimos...
Paseamos (entre el gentío) un rato por la puerta del Sol, aunque desistimos del intento por el bullicio que había.
Por la noche cenita (¡cenaza!) junto a unos amigos del pueblo. ¿Quien no ha pedido alguna vez en un restaurante una botella de leche y sobrecitos de colacao para mojar unos donut comprados la tarde anterior? No queráis entenderlo.
Al final no pudimos salir más, el centro estaba colapsado.


Parte III: Día de turismo y musical.

Pudimos dormir un poco más el domingo. Aunque habíamos quedado para comer con una amiga, así que al mediodía estabamos otra vez en el centro para encontrarnos con ella.
Charlas, reencuentros, historias, risas, regalos, comida... Paseámos mucho bajo el chirimiri, nos peleámos con la gente para tomar un café, jugamos en los videojuegos del Fnac (yo quiero el juego de cine)... UN día divertido.
Tras un rato (...señal de GPS perdida...) llegamos al teatro. Yo como siempre haciendo amigos, me puse a charlar con unas chicas que no tenían entrada para el musical.
Bueno, por fin entramos a ver el musical
Sweeney Todd: el barbero diabólico de la calle Fleet
¡Impresionante! ¡Sin palabras! Aún suenan las canciones en mi mente. ¡Fantástico!
Buscad información sobre él y mirad algunos vídeos porque merece la pena. y si podéis verlo, ¡aprovechad!
Actores como Vicky Peña, Joan Crossas o Ruth Gonzáles estuvieron fantásticos. En serio, no sé como describirlo porque me encantó.
"¡Sabed quien era Sweeney Todd! De rostro uraño y mirada atroz. [...] Por Sweeney, por Sweeney Todd... Brutal barbero de Fleet..........¡Street!"

Embelesados por el musical cenamos en un TelePollo de esos. - ¡Sergio, vámonos ya! -¡Espera que marco un gol!
Otro día más, ya se acababa el puente...

Parte IV: Despedida.

Dormimos mucho. De hecho creo que demasiado. Tras ponernos a punto, tuvimos que ir otra vez hacia arriba a comprar lotería y aprovechamos también para pasear, charlando del finde y de todo un poco. La chica del Corte Inglés aún nos persigue,porque mi bastón pitó en las máquinas esas de control de objetos. ¡Que tía! Por cierto el numerito me da muy buen rollo eh?jejje.
Comimos en el colegio y luego ya... La despedida. hay que ver lo que entristece haber estado todo el puente juntos y luego quedarse uno en la habitación con el portátil, la tele, pero solito.
pero no hay que entristecerse. Hay que pensar en lo bonito que ha sido,, todo lo que hemos disfrutado, lo bien que lo hemos pasado y en lo fantástico que ha sido.
Muchas cosas, muchos momentos, muchas palabras, muchas tonterías y todo genial. un todo que pasará a la historia de nuestras memorias, coloreando y dando forma a otra historia en blanco que ahora está ya hecha.
Seguro que me he dejado muchas cosas, muchos matices que no es que haya olvidado, es que no siempre acuden a la mente cuando te dispones a escribir y a resumir un puente tan intenso como éste. para eso está la otra visión!
¡ Gracias por haber venido y por haber compartido conmigo todo ésto !
Ah, y Espero tu crónica y fotos.

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