"- Yo tengo un objeto desde hace mucho tiempo, ¿sabes? Y lo tengo ahí porque de vez en cuando le saco alguna utilidad, le quito el polvo, lo miro, no me desagrada del todo y me sabe mal tirarlo. Lo utilizo de tanto en tanto para que no digan que soy un deshecho o un caprichoso, pero en cuanto puedo me gusta pensar y alardear de cómo sería de feliz con otro de más valor que el que poseo. Sin embargo, que nadie toque mi objeto, es mío y de nadie más! ¡Valiente de aquél que se atreva! Sin embargo yo... Bueno, eso es otra cosa, claro. En realidad, no me importa tanto, porque si alguien viene a verlo, no dejo de despreciarlo si puedo."
"- En cambio yo, tengo algo que tiene muchísimo más valor que un simple objeto. Algo de un valor incalculable. Me sirve para muchas cosas a lo largo del día, y no hablo de cosas materiales, porque nunca lo utilizo para ese fín. Cuando lo miro me siento la persona con más suerte del mundo por "poseerlo". y entrecomillo poseerlo porque, ese algo no tiene posesión alguna. Es suyo y de nadie más, en cierto modo, ese algo ha decidido ser parte de mi vida. Y me gusta que todos vean lo feliz que soy con él, y aunque puedo compararlo, nunca tengo envídia de otros. No me gusta del todo que nadie lo toque, pero en todo caso, ese algo decidirá lo que és mejor para él, no necesito quitarle ese privilegio porque ese algo me concede amí muchos otros de más rango. Y si alguien se atreve a despreciarlo, me enfado, y día tras día, brilla con más valor.
" No pueden estar hablando de lo mismo...¿O tal vez sí?"
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