20/11/07

Noche

Es de noche... Los grillos y demás animalejos; el sonido de una ténue brisa; el ruido de la tranquilidad... Tengo las mejillas frías, será por la ténue brisa que golpea con suavidad...
Mis manos tambien están frías y mi cuerpo se está entumeciéndo aunque la gruesa chaqueta le protege un poco más.
Estoy parado en miedo de la nada, solo una gran llanura se extiende por doquier... Como me gusta esta sensación: recuerdos de la infancia imposibles de explicar, como me gustaba jugar por la noche mientras mis padres cenaban en alguna casa próxima, era como un premio, como una fiesta, siempre se terminaba demasiado pronto...
Pero más que eso, el estar aquí me trae recuerdos más veraniegos, cuando por el día la calor nos mata y por la noche el frío nos reconforta.
Las estrellas deben estar mirándome y, casi puedo ver la Luna, todavía no he olvidado su luz, su tono...
De pronto alguien llega sigilosamente y con un gesto llama mi atención.
Eres tú... ¡Y estás aquí! No me da tiempo a decir nada.
Nos abrazamos fuerte... Tus mejillas están frías también, incluso más que las mías. Tus cabellos están igualmente helados, y mis manos ya se entretienen entre ellos...
Tus manos, buscan refugio entre mis ropas...
Nos besámos... Nuestros labios tienen el mismo tono que la noche...
De la mano, paseámos... Y paseámos...
Para llegar a un pequeño claro, donde nos tumbaremos para que, una vez más, me expliques como son las estrellas, y la naturaleza tenga celos de no ser ya lo más bonito del momento...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que calladito os lo teníais.. jo!!, Ahora tengo que pegarme una panzá de leer!!! Anda.. si me encanta leer.. jeje.
Mil besazosss