Es demasiado fácil perder puntos en el medidor de la confianza.
Pero también es fácil equivocarse y, todo el mundo lo hace.
Por otro lado, es fácil sentirse engañado o decepcionado, aunque no nos guste.
En ese sentido, no es tan y tan difícil perdonar, ssiempre y cuando haya un motivo que lo merezca.
Lo más sencillo y verdadero de todo, es aprender de lo fácil y de lo difícil, dejar a un lado la falsedad, no tener miedo y ser consecuente con uno mismo. Con lo que pensamos y lo que sentimos. Sea bueno o no lo sea.
11/6/09
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