20/4/09

Pensamientos 2

La oscuridad se expande a mí alrededor, sin formas, sin brillos, sin nada…

Vago a tientas por la oscuridad, busco contacto con alguien mas allá de ella, una mano amiga, pero el miedo domina mi mente que teme los monstruos de la oscuridad.

Veo dientes y garras, veo ojos rojos como fuego y caras blancas como ceniza, pero no los veo con los ojos, los veo con la mente.

Y sigo a tientas por la oscuridad queriendo tocar a mi alrededor en busca de alguien que me ayude a salir de este pozo donde nunca entra la luz ni el calor pero siendo incapaz de tender mi mano por miedo al ataque de ese monstruo que se oculta a mi vista, que tiene miles de rostros y que se que está esperando. Si, espera pacientemente a que yo me confíe y tienda mi mano hacia la oscuridad para apoderarse de mí y arrastrarme a lo más hondo del pozo donde ya no hay esperanza ni salvación. Nadie vuelve de ese pozo pues se trata del miedo y la locura y la desesperación. De modo que no extiendo mis brazos para evitar ser arrastrada por las sombras (¿que sombras? ni siquiera sombras puedo ver) pero… ¿que evita que no avance yo hacia el fondo sin saberlo por mi propio pie? La oscuridad me abruma y mi mente se desvanece en ella, no se que es arriba ni abajo, norte, sur, este u oeste, no tengo guía ni dirección que seguir y mi corazón siente, presiente, que me estoy equivocando, que me estoy hundiendo en el pozo y ya no tengo salvación.

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