Hace algunos años, en la Cadena Dial, existía un programa llamado océano pacífico, presentado por María Quirós. Había muchas opiniones sobre el programa, la voz de la presentadora... pero a mí, me encantaba... Una noche, escuché un poema que me impre´sionó. hoy, ha vuelto a mi mente...
Versos amebeos
I
Hay mañanas en las que no me atrevo a abrir el cajón de la mesa de noche
por temor a encontrar la pistola con la que debería pegarme un tiro.
Últimamente las noches me mantienen literalmente en vilo,
y los amaneceres se me echan encima como perros furiosos,
arrancándome pedazos de mí mismo,
buscándome con saña el corazón.
La luz no hace más que enfurecer a esos perros enloquecidos
que no son exactamente las mañanas,
sino lo que ellas alumbran o provocan:
la memoria de dientes amarillos,
el remordimiento de fauces rencorosas,
el miedo de letal aliento gélido.
Hay mañanas que no deberían amanecer nunca
para que la luz no despierte lo que estaba dormido,
lo que estaría mejor dormido
y aún en el sueño vela, acosa, hiere.
II
He aquí que, tras la noche,
llegas, día.
Golpea hoy con tu gran aldaba de luz mi pecho,
entra con todo tu espacio azul en mi corazón ensombrecido.
Que levanten el vuelo los pájaros dormidos en mi alma,
que llenen con su alegre griterío la mañana del mundo,
de mi mundo cerrado
los domingos y fiestas de guardar
secretos indecibles.
Hágase hoy en mí tu transparencia,
sea yo en tu claridad.
Y todo vuelva a ser igual que entonces,
cuando tu llegada
no era el final del sueño,
sino su deslumbrante epifanía.
Ángel González
Por suerte, ni me siento como el autor, ni tengo ninguna pistola en el cajón de la mesita.:-)
16/6/08
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